En el mundo hay montones de deportes poco conocidos o desconocidos por la gran mayoría de la gente. Aunque poco a poco algunos se empiezan a ganar un hueco entre los aficionados, como es el caso del futbol burbuja, lo cierto es que otros siguen siendo auténticos enigmas pese a que tienen muchas décadas. Uno de los casos más significativos es el deporte del que vamos a hablar en este artículo, que une dos disciplinas tan distintas como el ciclismo y el polo en una sola, dando como resultado un juego de precisión que requiere de bastante destreza. Nos referimos al bicipolo, que también es conocido en algunos lugares por otros nombres.
Origen del bicipolo
El bicipolo tiene más de 120 años de antigüedad. Fue un irlandés quien decidió cambiar los caballos por bicicletas en 1891. En poco tiempo se extendió, primero al Reino Unido y después a Francia y EEUU. A comienzos del siglo XX se jugó un primer partido de carácter internacional, y en los años 30 se hizo bastante conocido en Gran Bretaña y Francia.
En un principio se jugaba en un campo de hierba, similar al del polo clásico a caballo. No obstante, al no haber campos destinados al bicipolo como deporte, los jugadores entrenaban en parques, donde las autoridades de distintos países prohibieron su práctica debido al mal estado en el que terminaba en césped. Por ello se empezó a jugar en la calle, sobre suelos de cemento o asfalto.
El bicipolo hoy
Aunque hay equipos federados y oficiales en muchos países del mundo, e incluso se celebran competiciones internacionales, la realidad es que el bicipolo es un deporte desconocido para la mayoría de la gente. Los jugadores y aficionados son casi tan escasos como los del polo a caballo, incluso más, así que no te sientas culpable si no has oído nunca hablar de este deporte o solo lo conoces de oídas, porque a la mayoría de los ciudadanos del mundo les pasa lo mismo.
Cómo se juega
El bicipolo se juega en un campo de unos 20 por 40 metros aproximadamente, con un cerco perimetral para impedir que la bola se salga del campo. En él compiten dos equipos formados por 3 jugadores. Las bicicletas sobre las que se juega pueden ser de cualquier clase. No existen restricciones en este sentido, aunque habitualmente pueden verse bicicletas especialmente preparadas para el terreno de juego o las preferencias de cada jugador. Además, cada uno lleva consigo un mazo para golpear la bola, que es más corto que el juego a caballo porque la montura también es más baja.
Al igual que en el polo clásico, los jugadores tratan de hacer que la bola entre por una portería. Las bolas empleadas no son como las de polo, adaptadas al juego en hierba, sino que se usan las mismas que las de otros juegos de asfalto, como el hockey sobre patines.
Cada vez que se marca un tanto, los jugadores vuelven a su campo y se hace un saque desde la mitad del campo, como en el fútbol.
Aunque hay dos tipos de tiro en el polo, para marcar solo se puede hacer golpeando con la punta del mazo, nunca con un lateral. De hacerse así, el tanto no sube al marcador y el juego continúa.
El bicipolo es un deporte muy ágil, que requiere de gran concentración para seguir la bola, evitar golpearse con las bicicletas de compañeros y rivales y mantenerse sobre ella mientras se mueve el mazo a la vez que se pedalea. Tiene toda la emoción del ciclismo de velocidad y el polo juntos, y algunos jugadores han adquirido mucha fama dentro del pequeño círculo de aficionados y profesionales que juegan.
Dos modalidades
Existen dos tipos de juego en el ciclopolo. El bicipolo convencional se puede jugar en diferentes tipos de terreno, incluyendo tierra batida o hierba. El Urban Bike Polo o Hardcourt Bike Polo siempre se juega en pista dura, y es una variante relativamente nueva, ya que su origen se remonta tan solo a principios de este siglo.
Las dos modalidades de bicipolo cuentan con sus federaciones nacionales e internacionales, así como jugadores profesionales que compiten en los campeonatos continentales y mundiales que se celebran ya de manera regular.
Aunque quienes lo ven desde fuera a veces piensan que es un deporte muy sencillo, la realidad es bien distinta. Se necesita una gran resistencia y equilibrio para jugar, pues no es tan fácil acertar a la bola mientras se está en movimiento. Eso sí, aprender las normas y el modo de juego es bastante fácil. Si sueles montar en bicicleta y tienes ganas de probar algo nuevo, el bicipolo puede que sea el deporte que estabas esperando. Tiene más de 100 años, pero seguro que te sorprende por lo novedoso que es.