Cuando hablamos de árbitros, ¿por qué se citan sus dos apellidos?

 

El mundo del fútbol tiene sus particularidades y su historia. Hay detalles, como la cantidad de piezas que forman un balón hasta el número de jugadores que tienen detrás muchas anécdotas. Sin embargo, uno de los detalles más curiosos que se pueden encontrar en el fútbol español es que a los árbitros se los cita por los dos apellidos. ¿Sabes por qué? No, no es para saber cuál es el apellido de su madre y acordarte de ella si pierde tu equipo. La costumbre se remonta a los años 70, mientras el país estaba gobernado por Franco.

La llegada de Franco a primera división

En los años 60, el fútbol español vio nacer como árbitro a Ángel Franco. Lo normal para esa época era hablar de estos profesionales por su primer apellido, lo que algunos medios parece que aprovecharon para hacer juegos de palabras. Frases como “Franco se cargó el partido” o “Franco es malísimo” se interpretaban como una crítica velada al régimen, algo que para esa época estaba totalmente prohibido.

Cuando el árbitro empezó a pitar en primera división, tuvo algunos problemas. Por ejemplo, en una ocasión fingió una lesión para no pitar un partido en el País Vasco, porque ETA había prometido “matar primero a este Franco, y luego al otro”. Tampoco pudo pitar una final de la Copa del Generalísmo (hoy Copa del Rey), para evitar los clásicos “Franco, hijo de P…” y gritos parecidos. En el 78, con el dictador ya ausente, fue el encargado de la final de la Copa que jugaron Barça y Las Palmas.

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Los medios de comunicación empezaron a diferenciar entre un Franco y otro, nombrando al árbitro por sus dos apellidos. Así es como a Franco se le empezó a llamar Franco Martínez. Pitó durante 17 años y llegó a hacerlo en un mundial. Fue un buen árbitro. Y con él empezó la costumbre.

Se normaliza el uso de los dos apellidos

Poco a poco, siguiendo esa forma de denominar a Franco Martínez se empezó a hacer lo mismo con otros árbitros. Hoy, la Federación Española de Fútbol facilita además sus nombres, pero siempre son los dos apellidos los que aparecen primero en las listas.

La costumbre se extendió y hoy no se menciona el arbitraje de un partido sin hablar de quien lo hizo por sus dos apellidos. Incluso cuando se menciona uno solo, los aficionados conocen el segundo porque la prensa y los medios lo han comentado en muchas ocasiones.

¿Verdad que es una historia curiosa? A menudo no nos paramos a pensar en por qué se hacen las cosas. Nos limitamos a seguir con la tradición. Aunque nunca está de más conocer los orígenes de detalles como estos.

En el fútbol burbuja los árbitros no tienen casi trabajo. Solo se encargan de que todo el mundo se lo pase bien. Aunque nunca se sabe si con el tiempo, cuando se empiecen a jugar partidos oficiales en ligas y campeonatos, también habrá que mencionar su labor. Siempre diciendo los dos apellidos, por supuesto.

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