El Parkour es una práctica deportiva creada en Francia que no deja de ganar aficionados. Consiste en recorrer la ciudad y aprovechar todo el mobiliario urbano para avanzar más deprisa. Es una forma de entrenamiento del cuerpo a partir del denominado ‘arte del desplazamiento’ que no necesita de una estructura concreta ni de accesorios para practicar. El cuerpo es la herramienta. Hace falta mucha disciplina pero al final resulta muy gratificante, como un partido de bubble soccer, pero algo más extremo.
Si te llama la atención conocer un poco más de cerca cómo se practica el Parkour, aquí tienes algunas pautas que hacen falta para disfrutar de este deporte en Barcelona, Madrid o donde haga falta.
La elección del atuendo
Lo primero que hay que tener en cuenta es la ropa y el calzado. Si quieres que la carrera sea fluida y limpia necesitas invertir en un buen par de zapatillas, fabricadas con buenos materiales, ligeras y flexibles y que tengan protección en la punta. Es preferible que tenga una suela de goma y no haya ningún elemento de plástico duro en la zona del arco plantar, ya que la capacidad para mantener el equilibrio disminuye sensiblemente. También debe tener buena sujeción, pues un calzado que no encaje bien en el pie solo puede conllevar una lesión de importancia. La marca no importa, pues al tratarse de un deporte que se practica en exteriores se van a ensuciar, así que no te gastes dinero de más solo por conseguir unas zapatillas más bonitas.
En cuanto a la ropa, esta debe ser cómoda y permitir el movimiento rápido, que no impida realizar ninguno. Los pantalones de escalada, por ejemplo, están muy recomendados por los expertos. Lo que no se recomienda son vaqueros porque su rigidez impide moverse libremente. Las camisetas, mejor de manga larga para evitar los roces, sobre todo mientras se está empezando a practicar.
¿Guantes? Mejor que no. Puede que pienses que vas a necesitar protección para las manos, pero estos hacen que se pierda un sentido importante: el tacto. Puede que al principio nuestras manos sufran un poco, pero con el tiempo se irán acostumbrando. Es mejor utilizar una bolsa de hielo después de las primeras sesiones.
Un buen lugar donde entrenar
Encontrar alguna zona en la ciudad puede parecerse a tratar de salir de un laberinto, pero una vez que se encuentre un desafío, el resto le seguirán con más facilidad. Es importante encontrar algunos obstáculos para mantener la mente activa y potenciar las habilidades.
Empieza por entrenar en un parque antes de lanzarte a correr en un aparcamiento. Quitarse las manchas de hierba es más sencillo que curar un hueso roto.
Aléjate de la propiedad privada. La policía como mucho se quedará mirando cómo tienes los músculos de las piernas pero te dejaran entrenar tranquilo.
Aprender los movimientos
Es importante empezar poco a poco, pues si te haces daño puede que no vuelvas a poder practicar. No te enfrentes a ningún reto que pienses que debes ser capaz de conseguir, pues los nervios y la adrenalina te pueden hacer sentir que no te has hecho daño, pero los efectos que estás provocando en tu cuerpo pueden salir a largo plazo. Necesitas ir acondicionando tu cuerpo para que no sufras sobre-tensiones o moratones.
Empieza a moverte y ver con qué te vas sintiendo cómodo. ¿Cuánto eres capaz de saltar? ¿Cómo de deprisa puedes hacer un giro? A medida que vayas mejorando la técnica verás que necesitas más trabajo. Además te ayudará a mejorar el equilibrio entre el control del cuerpo y la mente.
Aprender a caer es muy importante. Si cada vez que aterrizas lo haces mal, aunque no lo notes al principio poco a poco tu cuerpo se irá resintiendo, y hasta puede que te encuentres con una lesión crónica que te imposibilite determinados movimientos. Empieza saltando desde una altura inferior a un metro para fortalecer las piernas y corregir la postura en la caída. Luego puedes ir subiendo poco a poco en altura.
Uno de los movimientos más básicos del Parkour es rodar con los hombros, algo así como hacer “la croqueta” pero con estilo. Consiste en hacer una diagonal a través de la espalda cobre el hombro. Este movimiento reduce el impacto en los aterrizajes porque transforma el movimiento hacia abajo de una caída en un movimiento hacia delante, con el que es mucho mas fácil ponerse en pie y volver a salir corriendo.
Para ser capaz de saltar por encima de las paredes deberás ejercitar los músculos superiores. Para eso puedes hacer ejercicio de barra y colgarte por alturas pequeñas, como por ejemplo el larguero de una portería. Después utiliza el impulso de las piernas para subir desde esa posición hasta que el pie pueda llegar al borde en el que tienes la mano.
Con estos consejos básicos podrás empezar a introducirte en el mundo del Parkour, un deporte urbano apasionante y divertido.