Para muchos, el bubble football es una versión bastante extrema del fútbol tradicional, ya que si no fuera por las burbujas que rodean a cada jugador, los empujones y las caídas acabarían con más de un hueso roto. Afortunadamente una de las señas de identidad de este deporte es justo la burbuja, por lo que no hay peligro. De todos modos, en este artículo queremos hablar de otro deporte que puede considerarse extremo. Se trata del Ultimate, un juego en el que se utiliza un disco volador o frisbee, pero poco o nada que ver tiene con el uso que le damos normalmente al disco volador.
¿El deporte del futuro?
Algunos han llegado a denominar a este deporte como el deporte del siglo XXI por diversas razones, entre las que destaca el hecho de que no haya árbitros que se encarguen de controlar el juego limpio, ya que los capitanes de ambos equipos acuerdan previamente todos los detalles del partido y hasta pueden decidir parar el juego en caso de que consideren que algo no funciona como debería.
En realidad, el Ultimate no es un deporte muy nuevo, tal y como sucede con el fútbol burbuja. Sus orígenes se remontan a finales de los años 60 del siglo pasado, por lo que estamos hablando de un deporte con casi 50 años de historia. Aunque no es sino hasta hace unos pocos años que está empezando a ganar relevancia y seguidores.
Cómo comenzó el Ultimate
El Ultimate empezó como un juego inventado por un grupo de estudiantes de Columbia, y los primeros partidos se jugaron entre equipos de este colegio. En poco tiempo se extendió a tal velocidad que un año después ya se empezó a jugar el primer partido entre centros universitarios.
Para mediados de los años 70 ya había decenas de equipos repartidos por los Estados Unidos, se organizaron campeonatos nacionales y se extendió tanto el juego que se creó la Asociación de Jugadores de Ultimate para regir las normas y tomar algunas decisiones respecto al juego.
Poco a poco su avance ha continuado, hasta el punto en el que se calcula que ya hay equipos en más de 40 países, algunos de ellos con sus propias federaciones. El número de jugadores que pueden estar participando de manera regular asciende a más de 300000, mientras que hay más de 4000 equipos.
Cómo se juega a Ultimate
Decir que Ultimate es jugar al frisbee es quedarse bastante corto en realidad. Se trata de un deporte que requiere de una buena forma física, además de grandes dosis de estrategia. El objetivo es marcar tantos con el disco en un área delimitada, conocida como zona de anotación o de gol, similar a una portería.
Las dimensiones del campo son bastante amplias. Está formado por dos zonas de 23 x 37 metros, lo cual supone el equivalente a 4 campos de basket profesional. El tipo de terreno puede variar entre hierba, arena o pista dura.
Para conseguir marcar un tanto se tienen que seguir unas normas estipuladas. Por ejemplo, cuando un jugador tiene el disco en su poder, no puede moverse del lugar en el que está. Tan solo puede pivotar con un pie para cambiar el ángulo de lanzamiento. Tampoco puede tener el disco en su poder más de 10 segundos, en cuyo caso pasaría la posesión al equipo contrario.
Como norma general se enfrentan dos equipos con 7 jugadores cada uno, y el tanteo es similar al del voleibol, ya que gana el equipo que consigue llegar a los 21 puntos, siempre y cuando supere en dos tantos al equipo rival. De no ser así, el ganador es el que marca 25 tantos. Hay un descanso en el juego, pero no un tiempo establecido ni para este ni para el final del partido. El descanso se produce cuando un equipo llega a los 11 puntos.
Las normas del Ultimate se pueden cambiar
Todas las normas del Ultimate se pueden cambiar, siempre que los capitanes estén de acuerdo. De este modo se puede establecer u tiempo determinado, un tanteo más bajo o cualquier otro elemento que afecte al juego, como la elección del disco, que debe llenar los requisitos establecidos en el artículo número 1 de las normas, pero que permite multitud de alternativas. Todo ello se debe consensuar entre los dos equipos antes de comenzar a jugar.
El Ultimate es frenético, exige una gran concentración y prestar mucha atención, ya que el disco pasa volando por tu lado sin que apenas te puedas dar cuenta. Es uno de los deportes más de moda entre los universitarios, y en muchos centros educativos se practica de forma obligatoria en clase de educación física. En España todavía no cuenta con el reconocimiento del CSD, pero ya existen varios equipos profesionales que participan en competiciones nacionales, además de otros equipos no federados.