Hay momentos en los que al jugar en nuestros campos de bubble football, justo cuando vas a chutar a puerta, no sabes muy bien lo que ha pasado pero te encuentras rodando por el suelo, como si la pelota fueras tú. Claro, en este caso hay excusa porque llevas una burbuja a tu alrededor, que hace las veces de protección pero también dificulta el movimiento.
Los que no parecen tener ninguna justificación son los que fallaron estas 5 ocasiones de gol que te vamos a comentar hoy. Todas ellas son reales, aunque los jugadores seguro que habrían preferido que se tratara de una mera pesadilla y que nadie los hubiera visto hacer un ridículo tan grande.
El penalti “clavao”
Sucedió en un partido de liga árabe. El árbitro pita la pena máxima. La grada queda en silencio mientras el tirador y el portero se preparan. El responsable de lanzar el penalti empieza a coger carrerilla, levanta la pierna y al bajarla en lugar de darle un zapatazo al balón clava la bota en el césped. El pie rebota y golpea finalmente el esférico, que se acerca dócilmente hasta las manos del portero, que avisa a sus compañeros de que no necesita ayuda para parar el gol.
De paseo por el área
En este caso la situación se dio en un partido de clasificación, entre las selecciones de Qatar y Uzbekistán. El delantero qatarí salta delante del portero, que no consigue coger el balón y deja la portería a merced de las botas del jugador rival. Este se hace un auto-pase, corre y cuando está justo en el centro del área pequeña tira.
La pelota sigue el camino del jugador y se da contra el poste, saliendo despedida al campo de juego, donde los defensas uzbekos lo recuperan y se lanzan al contragolpe. Una vuelta por los alrededores de la portería que solo puso una pizca de tensión. Una tensión que seguro que pasó a ser alivio para los defensores y frustración para el equipo de Qatar.
Golpear el larguero, el objetivo más complicado
En la Copa Libertadores están las mejores estrellas del fútbol que milita en América. Algunos de los mejores delanteros del mundo están allí. Y parece que uno de ellos, cansado de marcar goles, quiso hacer el más difícil todavía y se atrevió a hacer algo que muy pocas veces se ha visto.
Se quedó frente al portero, lo dejó sentado en el suelo y frente a la portería vacía vio claro lo que tenía que hacer. Así que ni corto ni perezoso clavó el pie en el balón para elevarlo y golpear justo el centro del travesaño desde la parte inferior. El esférico salió escupido automáticamente al campo de juego de nuevo. ¿Para qué hacer lo más fácil, que es marcar el gol cuando se está a puerta vacía, si puedes quedar en ridículo con una jugada que se recordará toda la vida? Eso es lo que debió pensar el delantero mientras observaba atónito el movimiento del esférico.
El jugador número 12
Eso es lo que debió creer que era el delantero que se enfrentó al Levante. Porque si no no se encuentra una explicación a lo que hizo. Incluso el propio jugador se lo debe preguntar cada vez que lo recuerda.
Después de infiltrarse en la zaga levantina, un compañero lo vio desmarcado justo en la línea de portería. Lanzó el balón, describiendo una parábola perfecta hasta el pie del jugador, que en agradecimiento golpeó con el empeine y lo sacó del campo por la línea de fondo. Saque de puerta para el Levante, cuyo gesto seguro que los aficionados no dudaron en agradecer.
Los grandes también fallan
Segur que es lo que le repitieron una y otra vez a Fernando Torres cuando, jugando con el Chelsea, protagonizó uno de los goles frustrados más ridículos de toda la Premier League y posiblemente del mundo.
El portero no pudo hacer nada cuando Torres se fue por velocidad, lo que le dejó a puerta vacía para que golpeara el balón y marcara a placer. El problema es que debió llenarse de portería, porque al final le dio de tal manera que al final la pelota se fue por la línea de fondo sin tocar siquiera el poste. Sus compañeros no se lo podían creer. Tampoco podía hacerlo él ni ninguno de sus rivales.
Afortunadamente, estos fallos se quedan en meras anécdotas, y pasado un tiempo prácticamente ni se recuerdan, salvo en algunos programas de televisión de vídeos graciosos. De lo que sí podemos estar seguros es de que, allá donde organices tu partido de bubble football (Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao…), todo el mundo que participe se acordará. Tal vez no se vean jugadas tan espectaculares ni fallos garrafales como los que hemos repasado hoy, pero tanto tú como tus acompañantes os vais a divertir de lo lindo.